Según la Organización Mundial de la Salud, al menos 2.200 millones de personas-un tercio de la población- padecen algún tipo de problema de visión en el mundo. Hay afecciones oculares muy prevalentes que pueden llegar a limitar de forma grave la calidad de vida si no son tratadas a tiempo. Vamos a conocer cuáles son las 5 afecciones oculares más comunes en nuestro entorno y en qué consisten de la mano de la doctora María Luisa Vega Castillo, especialista en oftalmología de Clínica Castillo.

1. Defectos de refracción

Incluyen miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Las 3 primeras patologías afectan a personas de todas las edades, la presbicia afecta a personas a partir de los 40 años.

La miopía es un trastorno extremadamente frecuente en el que la persona tiene dificultad para enfocar objetos lejanos mientras que los cercanos los ve mejor. Con frecuencia va acompañada de síntomas como fatiga visual o dolor de cabeza. La miopía puede tratarse mediante el uso de gafas o lentillas o con cirugía.

La hipermetropía se caracteriza porque el individuo percibe de modo borroso los objetos cercanos mientras que los lejanos los ve perfectamente. A partir de una graduación determinada, los objetos lejanos también se verán borrosos. Al igual que en la miopía, puede tratarse utilizando gafas o lentillas o empleando cirugía.

En el astigmatismo el sujeto percibe tanto los objetos cercanos como lejanos de modo borroso. Las opciones de tratamiento son similares a los empleados en miopía e hipermetropía.

Por último, la presbicia o “vista cansada” surge con el paso del tiempo. Las personas mayores de 40 años acumulan años de esfuerzos oculares y ello se manifiesta en cada vez mayor dificultad en enfocar objetos próximos, así como en problemas para leer. Las alternativas de tratamiento son las mismas que en las patologías anteriores, aunque no hay forma de prevenir la “vista cansada”.

El uso cada vez mayor de dispositivos electrónicos y pantallas, así como la necesidad  de trabajar con visión cercana han incrementado la incidencia de algunas de ellas y también la necesidad de gafas.

2. Ojo seco

El ojo seco es una patología compleja que afecta a la superficie ocular. Produce problemas visuales e, incluso, lesiones en córnea y conjuntiva en algunos casos.

Aunque es una patología propia de la edad, el uso prolongado de pantallas, tablets, móviles agrava e incrementa la frecuencia del ojo seco. También influyen factores ambientales, como el trabajar en ambientes sin ventilación, con aires acondicionados, calefacción…

Un ojo seco no diagnosticado es una causa frecuente de disconfort visual, molestias y dolor en los ojos e incluso mala visión, por eso su correcta evaluación y tratamiento son importantes para mantener una buena calidad de vida.

3. Conjuntivitis

La conjuntivitis es una afección extremadamente frecuente. Es una inflamación de la conjuntiva, membrana que recubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo.

Afecta a personas de todas las edades. Es una infección de la superficie del ojo por virus o bacterias. Factores de riesgo para padecerla son el uso de lentes de contacto, tener otros problemas oculares, o estar «bajo de defensas».

4. Cataratas

Es la opacificación del cristalino. Se trata de un proceso normal que ocurre con la edad. Esta opacificación va produciendo una pérdida progresiva de visión. Aunque existen casos congénitos (de nacimiento) la más frecuente es la catarata senil. Puede aparecer ya a partir de los 40 años. Las cataratas son la causa más frecuente de pérdida reversible de visión a nivel mundial. El envejecimiento cada vez mayor de la población y la mayor exigencia de buena visión hasta edades más avanzadas de la vida incrementan las consultas por este motivo, actualmente una persona de 70-80 años quiere renovar el carné de conducir, usar su ordenador, ir al cine… Su tratamiento es quirúrgico. El oftalmólogo extrae el cristalino opacificado y lo sustituye por una lente intraocular que se ajustará a las necesidades visuales de cada ojo y cada persona.

5. Degeneración macular asociada a la edad

Es una patología asociada al envejecimiento. Se trata de un deterioro de la mácula (zona central de la retina que se encarga de la visión de los detalles y de la visión central) Por eso en fases avanzadas las personas que sufren esta enfermedad pueden ver bien por los lados pero notan una mancha en el centro de la visión. Esta enfermedad ha aumentado mucho su frecuencia al incrementarse la esperanza de vida de la población. Influye en su desarrollo la sobreexposición lumínica. En ocasiones su avance es muy lento, por lo que es más complicada de detectar.

Puede llegar a dañar de forma irreversible la visión, por lo que su diagnóstico precoz es muy importante.