La fatiga visual es una afección cada vez más común. La doctora María Luisa Vega Castillo, médico especialista en Oftalmología de Clínica Castillo, nos explica cuáles son sus síntomas y cómo puede ser tratada

La astenopia acomodativa o fatiga visual se produce al obligar a nuestros ojos a efectuar un esfuerzo de adaptación de forma continuada. Este esfuerzo se debe a tener que usar la visión próxima durante mucho tiempo o efectuar muchos cambios de enfoque entre cerca y lejos. También influye encontrarse en espacios cerrados con luz inadecuada.

Sus síntomas son muy variados y comprenden desde escozor, sensación de arenilla en los ojos y dolores de cabeza hasta dificultades para enfocar, visión borrosa o sensación de congestión en el puente nasal o en las cuencas oculares. Estos síntomas pueden ser más o menos intensos dependiendo del sujeto y prolongarse en el tiempo.

¿Se puede prevenir la astenopia?

Aunque no es sencillo prevenir la astenopia o fatiga visual, pues sus causas son multifactoriales, sí es posible evitar algunos de sus factores de riesgo relacionados con el ambiente y la actividad realizada.

Así, hay que procurar tener una luz apropiada para llevar a cabo cualquier actividad que requiera un esfuerzo ocular. Ya sea trabajando frente al ordenador o leyendo un libro, elegir la fuente de luz idónea es fundamental.

Otro factor que se puede prevenir tiene relación con la sensación de cansancio de los ojos. Si los ojos lagrimean o parpadean de forma más frecuente de lo normal puede indicar cansancio y la mejor medida es parar: detener la actividad que se esté efectuando y hacer un descanso relajante.

El tratamiento de la fatiga visual

El oftalmólogo es el especialista que trata la fatiga visual. Es el experto que debe indicar el mejor tratamiento a seguir para mitigar sus efectos o prevenir su empeoramiento. La fatiga visual tiene solución y puede que ésta sea la indicación de gafas graduadas u otras intervenciones que establecerá el oftalmólogo en función de cada caso individual.