La terapia visual es un tratamiento que sirve para abordar numerosos problemas de visión que afectan al aprendizaje. Es muy utilizada para resolver deficiencias que afectan al niño en la escuela, pero sirve también para abordar problemas en adultos como estrés visual en personas que trabajan mucho tiempo con el ordenador y para sujetos que han sufrido lesiones cerebrales. En Clínica Castillo empleamos esta terapia desde hace unos meses y ahora os vamos a explicar cuál es su origen.

La terapia visual no es un hallazgo reciente, aunque haya evolucionado y se haya adaptado a las tecnologías de las que disponemos en la actualidad y las necesidades de los pacientes. Su origen se remonta al siglo XIX y a un grupo de oftalmólogos que empezaron a utilizar unas técnicas muy novedosas para tratar con éxito el estrabismo.

Estos profesionales sanitarios comenzaron a emplear la ortóptica, es decir, ejercicios de entrenamiento para mejorar y potenciar habilidades visuales y solucionar las deficiencias de los pacientes estrábicos.

Ya en el siglo XX, un grupo de optometristas encabezados por el doctor Skeffington (padre de la Optometría funcional) empezó a distinguir vista de visión, entendiendo la visión como mucho más que ver al 100%.

Su éxito en propiciar un mejor desarrollo de la capacidad visual de las personas llevó a que fuera cada vez más usada, aunque su aplicación de forma más generalizada no ha sido hasta fechas recientes, ya en nuestro siglo.

Para saber más sobre los beneficios de la terapia visual seguir este link

Terapia visual en niños

Si vuestro hijo tiene algunos de estos problemas…

 Lectura lenta;

Confunde letras y números;

Tiene visión borrosa;

Se acerca mucho al intentar leer;

Su nivel de compresión lectora es considerado por sus educadores como bajo;

Salta o repetir líneas al leer.

Os recomendamos acudir a un especialista para que efectúe un examen de la visión del niño e indique si la terapia visual puede ser el tratamiento idóneo para solucionar sus problemas.