La ambliopía, también conocida como «ojo vago», afecta a aproximadamente 3 de cada 100 niños. Puede pasar desapercibida y ser detectada por primera vez en la edad adulta. En estos casos, ya no es posible tratarla. Esto la convierte en la primera causa de discapacidad visual monocular (es decir, de un ojo) entre adultos jóvenes.

¿Qué es exactamente la ambliopía u «ojo vago»?

Para comprender qué causa el ojo vago, primero se debe entender cómo funcionan los ojos y el cerebro para integrar la información y producir la imagen visual. El ojo primero hace que la luz del exterior recaiga en la retina. La retina es una capa que se encuentra en la parte posterior del globo ocular y que contiene células que son sensibles a la luz. Estas, a su vez, provocan impulsos nerviosos que pasan a través del nervio óptico y llegan al cerebro, formando una imagen visual.

Cuando uno de los ojos no funciona correctamente en conexión con el cerebro, la visión se reduce en ese ojo. El ojo puede tener un aspecto normal viéndolo desde el exterior, pero como este ojo no funciona correctamente, el cerebro intenta trabajar únicamente con el ojo sano, potenciándolo. Al final, el ojo alterado no se desarrolla como es debido, porque el cerebro le dará un uso “insuficiente”. Si no se trata a tiempo esta alteración, el trastorno puede empeorar.

Detrás de un ojo vago puede haber problemas de visión, enfermedades oculares (como cataratas congénitas) o estrabismos. Es muy importante realizar una exploración oftalmológica completa para detectar de qué tipo de ambliopía estamos hablando.

¿Cuáles son los síntomas del ojo vago?

La ambliopía se desarrolla temprano, generalmente antes de los 6 años, y los síntomas pueden no ser siempre muy notorios. Cuanto antes se diagnostique y se trate, mejor.

Los síntomas del ojo vago pueden ser:

– Cerrar un ojo o entrecerrarlo para ver y enfocar.

– Dolores frecuentes de cabeza.

– Desviación de un ojo.

– Mala percepción de profundidad.

– Mala visión en un ojo.

En muchas ocasiones el niño está acostumbrado a ver así y no nota la falta de visión. Piensa que esa es la visión normal. Por eso es importante revisar periódicamente a los niños en un oftalmólogo.

¿Cuándo hacer las primeras revisiones con el oftalmólogo?

El ojo vago puede producir pocos síntomas, pero que puede alterar la calidad de vida y desarrollo del niño. Por eso, se recomienda que los niños reciban un examen completo de visión  a los tres años de edad. Posteriormente, se aconseja realizar exámenes visuales periódicamente para detectar cualquier anomalía que pueda surgir.

¿Cuáles son los tratamientos para la ambliopía?

Lo primero será determinar la causa de la ambliopía. En caso de que el ojo vago se deba a un problema de refracción (es decir, que el niño necesite gafas), lo primero que haremos será mandar la prescripción óptica apropiada para el niño. A veces será suficiente con esta medida, aunque en la mayoría de los casos, habrá que realizar también oclusiones. Es decir, taparemos el ojo con mejor visión para obligar a trabajar al ojo «vago». La pauta de oclusiones variará en función de el grado de ambliopía, la edad del niño, etc. El oftalmólogo determinará la pauta que mejor se adapte a cada caso. En el caso de que el ojo «vago» se deba a un problema de transparencia de medios (por ejemplo una catarata congénita) o a estrabismo necesitaremos las oclusiones desde el primer momento así como la corrección óptica. En algunos casos también estará indicado operar.

Otra forma de obligar a trabajar al ojo vago es penalizar a ojo sano con gotas oftálmicas de atropina. Se coloca una gota en el ojo sano. Una vez aplicada, la atropina difumina la visión de dicho ojo y así favorece al ojo vago.

¿Cuáles son las causas de la ambliopía?

La ambliopía puede ser:

  • Ambliopía refractiva: la falta de desarrollo visual se debe a un defecto de refracción (es decir a un problema como miopía, astigmatismo o hipermetropía) Esto hace que la imagen que se produzca en el ojo no enfoque bien en la retina y por tanto el desarrollo del sistema visual es insuficiente. Puede producir ambliopía mono y binocular (esto es de ambos ojos)
  • Ambliopía estrábica: cuando hay un estrabismo, los ojos no están correctamente centrados. Esto hace que se formen dos imágenes en el cerebro. Para evitar visión doble, el cerebro suprimirá una de ellas. Así aparecerá el ojo vago.
  • Ambliopía sensorial: hay un problema que la luz entre correctamente en el ojo, por ejemplo una catarata congénita. Esto impide el correcto desarrollo del sistema visual.

Dado que el ojo afectado generalmente parece normal, la afección puede progresar sin ser detectada hasta la edad adulta. El diagnóstico y tratamiento tempranos -antes de los 5 o 6 años- es clave para obtener resultados exitosos, aunque el tratamiento en la adolescencia puede proporcionar una visión mejorada en el ojo ambliópico. Si no se trata, la ambliopía puede provocar una debilitante falta de visión en un ojo que no puede corregirse con gafas o lentillas ni tratarse con cirugía.

En conclusión, la ampliopía en niños es más común de lo que se cree y no muchas veces puede detectarse fácilmente a simple vista. Hay que realizar exámenes para detectar a tiempo la alteración.