La Navidad suele ser época de celebraciones y reencuentros. Aunque estas fiestas nada será lo mismo por la pandemia, los frecuentes accidentes que tienen relación con los ojos pueden volver a sucederse en muchos hogares y pequeñas reuniones. La doctora María Luisa Castillo, especialista en Oftalmología de Clínica Castillo, nos ofrece pautas para evitar accidentes y saber cómo actuar si, desgraciadamente, se llegan a producir.
Tradicionalmente, la Nochebuena y el Fin de Año son las fechas en las que se producen más visitas a los servicios de Urgencia por accidentes oculares. Estos accidentes, si no son tratados a tiempo, pueden tener consecuencias fatales para la salud ocular. Corchos, petardos y fuegos de artificio son los causantes de la mayor parte de estos sucesos.
Petardos, fuegos artificiales y quemaduras
Los petardos y artefactos pirotécnicos son elementos de celebración para muchos ciudadanos, pero también constituyen un claro peligro si no son empleados adecuadamente. Los niños son grupo de riesgo cuando se trata de estos artefactos. Las quemaduras por el uso de petardos y fuegos artificiales pueden ser muy graves, llegando a provocar quemaduras en la córnea e, incluso, pérdida de visión.
Siempre hay que mantener a los menores alejados de estos artilugios: no deben estar cerca ni encender mechas. Tampoco deben llevar bengalas. Un error demasiado común es encender estos artefactos en lugares poco despejados y con riesgo de incendio.
¿Qué hacer ante un accidente con petardos o fuegos artificiales?
Ante quemaduras provocadas por el mal uso de petardos o fuegos artificiales la primera medida a tomar es no frotar ni lavar los ojos. Los remedios caseros como pasta dental o pomadas tampoco ayudan y pueden empeorar la quemadura. Hay que acudir cuanto antes, sin demora, a un hospital para recibir el tratamiento adecuado.
Corchos
La segunda causa de accidentes que afectan a los ojos en Navidad son los tapones de corcho. Aunque puede parecer, en una primera impresión, muy gracioso el impacto de un tapón de corcho sobre una persona sus posibles consecuencias deben tomarse muy en serio.
El impacto de un tapón de corcho sobre un ojo puede provocar traumatismo ocular y también derivar, en los peores casos, en pérdida de visión. De nuevo el consejo aquí es no tocar el ojo y acudir de forma inmediata a un hospital.
Sin embargo, la prevención de esta clase de accidentes es muy sencilla: basta con no apuntar a la cara de ningún familiar o amigo cuando se abra la botella y tapar el corcho con una servilleta antes de proceder.
¡Esperamos que estas recomendaciones os sean útiles y os deseamos unas Navidades seguras!