Según el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, aproximadamente el 10% de los niños padece ojo vago. El problema es que muchos padres no lo saben. María Luisa Vega Castillo, médico especialista en Oftalmología de Clínica Castillo, nos cuenta cómo detectar esta patología

El ojo vago o ambliopía consiste en la pérdida de visión en un ojo. Esta pérdida no tiene relación con alteraciones en la estructura del ojo, sino que está relacionada con la falta de coordinación entre ojo y cerebro para interpretar señales ópticas.

Las causas de este ojo vago pueden ser diversas, aunque en muchos casos se debe a estrabismo, es decir, pérdida de paralelismo de los ojos o a defectos de refracción como la miopía o el astigmatismo. Si el ojo vago no se soluciona en los primeros años de vida, es probable que se convierta en un problema para toda la vida adulta.

¿Qué síntomas son comunes en el ojo vago?

Hay una serie de síntomas comunes que pueden ayudar a sospechar el ojo vago en niños:

  • Mala visión en un ojo o visión reducida. Es el síntoma más generalizado en el ojo vago.
  • Un ojo desviado, ya sea hacia fuera o hacia dentro.
  • Tics como parpadeos constantes, acercarse mucho a objetos. Esto se debe a la dificultad del afectado para ubicar los objetos en el espacio.
  • Dolores de cabeza, provocados por los problemas de visión.

Las revisiones oftalmológicas anuales en niños resultan de gran utilidad para detectar múltiples problemas oculares, incluido el ojo vago.

El diagnóstico precoz

Para abordar el ojo vago de la forma más eficaz posible resulta fundamental obtener un diagnóstico precoz. Los padres han de estar atentos a los síntomas enumerados anteriormente y, ante su aparición, acudir al oftalmólogo.

Una revisión rutinaria por parte del oftalmólogo permitirá detectar la patología en el niño con prontitud.

Para llevar a cabo el tratamiento el especialista deberá determinar la causa del ojo vago. Una vez establecida dicha causa, indicará el tratamiento necesario para lograr recuperar la visión perdida en el niño.

En ojos vagos por estrabismo es habitual tratarlo con ayuda de gafas graduadas. Los colirios también son usados en ocasiones para dificultar la visión al ojo sano y, de este modo, forzar al ojo vago para ver.